Se trata de una metaevaluación de las ocho asociaciones estratégicas sobre las mujeres, la paz y la seguridad financiadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos en 2016-2020 en Afganistán, Colombia, la República Democrática del Congo, Irak, Libia, Sudán del Sur, Siria y Yemen. Las asociaciones contribuyeron a los tres resultados del PNA III. Surgieron buenas prácticas:

- Adopción de un enfoque amplio e interseccional del género en las mujeres, la paz y la seguridad: no solo trabajar con las mujeres y las niñas, sino también colaborar directamente con los hombres y los niños para transformar las normas de género.

- Ampliación de la gama y el alcance de los enfoques, actividades y temas de las mujeres, la paz y la seguridad.

- Alineación y vinculación con los marcos y procesos nacionales y locales (sobre las mujeres, la paz y la seguridad), creando así sinergias, evitando solapamientos y aumentando la asimilación institucional y, por tanto, la sostenibilidad.

- Flexibilidad: adaptarse a las cambiantes dinámicas políticas y de seguridad, así como a la pandemia del Covid-19, crucial para el trabajo en sociedades afectadas por conflictos.

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